La adolescencia viene de la palabra del latín adolescens y significa crecimiento. Es ese momento del desarrollo en el que dejamos de ser niños para empezar a ser adultos. Es un periodo de transición, de cambio, de aprendizaje y por tanto, de crecimiento.
¿Qué cambios tienen lugar durante la adolescencia?
Durante esta etapa, se producen cambios físicos. El cuerpo sufre una revolución hormonal. El cerebro empieza a producir hormonas que van a desencadenar el proceso de maduración sexual y el desarrollo físico que va a convertir a los niños en adultos. Surgen por primera vez la necesidad y el deseo del placer. El adolescente comienza a experimentar con su propio cuerpo y empieza a sentirse atraído por otras personas. Durante esta etapa también se desarrolla la identidad sexual.
En el adolescente, el desarrollo psicológico y emocional es más lento que el desarrollo físico. La revolución hormonal y el crecimiento descompensado, genera alteraciones emocionales constantes. Es común, que el adolescente pase de un estado emocional a otro en milésimas de segundo.
Todos estos cambios también influyen en el comportamiento del adolescente pudiendo verse apáticos, tristes, o rebeldes.
Se generan profundos cambios en la personalidad del niño/a. Es un proceso de transformación para alcanzar el pleno desarrollo psicológico, emocional y social que configurará su personalidad adulta.
El papel del entorno y las relaciones durante esta etapa del desarrollo.
Durante la infancia la referencia y la fuente de satisfacción de las necesidades del niño son sus padres o figuras de autoridad. Pero durante la adolescencia esto cambia.
El amor y la aceptación incondicional que buscaba por parte de los adultos, se sustituyen por la búsqueda de aceptación y aprobación de sus iguales. Ya que es con otros adolescentes con quien puede identificarse. Durante esta etapa cobra especial importancia el sentido de pertenencia. Surge la necesidad de vincularse con otros que le sirvan de espejo, permitiéndole normalizar y compartir este momento “crítico” que están viviendo.
Durante este periodo el adolescente va a necesitar afirmarse como una persona independiente. Desarrollará su propia personalidad y empezará a tomar decisiones por sí mismo. Se cuestionará todo lo que le ha rodeado hasta entonces y creará su propio criterio. Esto ocurre porque en la adolescencia se busca la diferenciación de los padres para poderse descubrir como ser individual. Es un momento de introspección y de conocimiento personal. Tienden a querer estar solos y es importante respetar su intimidad.
Algunas recomendaciones para mejorar la relación con tu hijo adolescente:
-Acompañarles sin presiones, haciendo uso de la comprensión y la escucha. Los adolescentes suelen encontrar problemas a la hora de hablar de sí mismos. Es importante ser pacientes y respetar su ritmo. Muchas veces no saben qué les ocurre o se avergüenzan de sus propias sensaciones. Demostrar que cuando ellos quieran o puedan, estamos dispuestos a escuchar puede funcionar.
-Hablar con el adolescente y dejarle expresar sus puntos de vista, aunque no los compartas. El niño que era antes se está convirtiendo en el adulto del mañana, y es importante reconocerle como tal. Podéis comunicaros y reflexionar con él/ella pero sin intención de convencerle, ya que es muy probable que no lo logréis y acabéis en conflicto. La autoestima del adolescente es frágil, es importante valorarle y reconocerle. Es un buen momento para aprender de la diferencia.
-Tratar con tacto sus preocupaciones aunque nos parezcan desproporcionadas. El adolescente va a tender a la comparación para poder identificarse así mismo. Es importante tener en cuenta que su seguridad en este momento de cambio es frágil. Animarles a desarrollar un pensamiento crítico sobre las influencias sociales, reforzará su autoestima y favorecerá el autoconomiento sobre sus cualidades como persona.
-Cuidar la manera de comunicaros con él. Evitad los juicios, la ridiculización, el sarcasmo o la ironía, ya que muy probablemente tengan el efecto contrario del deseado, acaben hiriendo su susceptibilidad y les lleve a la confusión. En los momentos de frustración es importante recordar que ‘Las palabras que no son dichas con afecto no tienen el poder de mejorar al otro’.
–Estar disponibles y abiertos a los momentos de encuentros juntos. Aunque es cierto que el tiempo compartido con el adolescente suele ser menor, es importante que cuando se produzca sea desde la complicidad y el disfrute. Podéis generar espacios de calidad donde uno pueda compartir y respetar la diferencia. Si realizáis una actividad que le guste os permitirá conocer un poco más su mundo.
-Mantener las normas para garantizar la convivencia. El adolescente es omnipotente, vive en el presente (es típica la frase ‘carpe diem’) y no ve el futuro. Es importante que el adulto le ayude a interiorizar el mañana. El adolescente debe comprender que tiene derechos, pero también obligaciones y responsabilidades. Procurar ofrecerle alternativas cuando surja algún conflicto, en lugar de quedaros sólo en lo negativo.
-Aprender a negociar. La clave está en darle libertad a la vez que va asumiendo más responsabilidades. No os olvidéis de consensuar las consecuencias si los acuerdos no se cumplen. Primero se avisa, y en caso que no se cumpla aplicamos la consecuencia.
-Facilitar un clima de calma y de madurez. La adolescencia es un momento desconcertante para padres e hijos. Se suele caer en luchas de poder y «pulsos» que no favorecen la relación y genera muchos conflictos. El secreto es que ellos sientan que están ganando. No os olvidéis ¡los adultos sois vosotros!
–Y por último, armaros de mucha, mucha paciencia. Es una etapa dura, pero acaba pasando. Es importante recordar que es desde la comprensión y el entendimiento como se logra reforzar el vínculo afectivo. Nuestra recomendación es que recordéis y tengáis muy presente cuándo vosotros erais adolescentes. Esto os permitirá entenderles mejor y acercaros más a ellos, que aunque demuestren lo contrario, os necesitan más que nunca.
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Laura Raijenstein
Psicóloga Sanitaria-Psicoterapeuta Online y Presencial
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