Para algunas personas, la Navidad es una época mágica donde nos vemos envueltas en diferentes emociones. En determinadas ocasiones la nostalgia en Navidad se despierta con mucha fuerza.
Conocemos la Navidad como esa fecha en la que las calles están adornadas con luces parpadeantes, escuchamos villancicos por todas partes, nos vienen olores que nos transportan al pasado… y todas estas cosas nos embarcan de alguna forma en sensaciones de melancolía, ya que pueden desencadenar recuerdos vivos de momentos pasados.
Desde el punto de vista psicológico, esta amalgama de sentimientos que podemos experimentar en esta época, revela mucho sobre la complejidad de la mente humana y a su vez nos hace conectar con experiencias emocionales que para nosotros son significativas.
La nostalgia en Navidad suele surgir al sumergirnos en tradiciones y rituales familiares, donde experimentamos una conexión emocional con nuestra historia personal. Este viaje mental hacia el pasado puede traernos consigo emociones agridulces, ya que puede intensificar la sensación de pérdida, especialmente si experimentamos cambios significativos en nuestras tradiciones familiares. Esto ocurre a menudo si somos expatriados o si hemos perdido a seres queridos.
Además, la nostalgia en Navidad también puede actuar como un mecanismo de afrontamiento. Haciendo que en momentos de estrés o cambio, busquemos consuelo en las experiencias pasadas que asociamos con la seguridad y la felicidad. Así mismo, también puede reforzar la sensación de identidad y pertenencia.
La clave reside en no permitir que la nostalgia te aprisione. En lugar de quedarnos anclados en ella, podemos entenderla como un sentimiento más que viene a darnos una información sobre nosotros mismos.
Algunas recomendaciones psicológicas que nos pueden ayudar:
- Acepta tus emociones: Evita juzgarte o culparte por experimentar nostalgia. Reconoce tus sentimientos y exprésalos de manera saludable, ya sea mediante la conversación con alguien de confianza, escribiendo en un diario, participando en actividades creativas o permitiéndote llorar si así lo necesitas.
- Busca el equilibrio: No te afiances en el pasado, ni lo idealices en exceso. Recuerda que, al igual que cualquier otra etapa, también tuvo sus momentos difíciles. Concéntrate en disfrutar del presente, apreciando las oportunidades que ofrece, sin dejar de soñar con un futuro prometedor.
- Cuida de ti mismo: No descuides tu bienestar físico y mental. Aliméntate adecuadamente, asegúrate de dormir lo suficiente, realiza ejercicio, encuentra momentos de relajación y diviértete. Dedica tiempo a actividades que te gusten y te hagan sentir bien, como leer un libro, ver una película, escuchar música o practicar un hobby.
- Rodéate de personas positivas: Comparte tus sentimientos de nostalgia con aquellos que te quieren y te brindan apoyo. Busca el contacto con tu familia, amigos, pareja o incluso tu mascota. Aprovecha la temporada navideña para expresar cariño, mostrar gratitud, perdonar y reconciliarte con aquellos que forman parte importante de tu vida.
- Sé solidario: Contribuye al bienestar de los demás y participa en causas sociales. Ya sea a través de voluntariado, donaciones, colaboración activa o simplemente ofreciendo tu tiempo, escucha o consejo, contribuir al bienestar de los demás puede generarte una sensación de utilidad, generosidad y felicidad.
Estas recomendaciones pueden ayudarte a sentir la nostalgia desde una perspectiva más positiva. Utilizando sus matices para fortalecer tu bienestar emocional y establecer conexiones significativas con tu entorno. La psicología nos enseña que, en lugar de ser una carga, la nostalgia en Navidad puede convertirse en un recurso valioso para nutrir el presente y construir un futuro más pleno y satisfactorio.
Artículo creado para GPO
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Laura Raijenstein
Psicóloga Sanitaria-Psicoterapeuta
Contacto: laurapsyonline@gmail.com