Uno de los temores más comunes es el miedo al rechazo, a no gustar como somos. Esto hace que muchas veces nos amoldemos y adaptemos a aquello que creemos que esperan de nosotros. Usamos máscaras sociales donde sólo mostramos una parte de nosotros, esa parte que consideramos que será aceptada. Olvidándonos y escondiendo nuestro verdadero Ser.
Podemos ocultar nuestra parte vulnerable como puede ser el miedo o la tristeza. Queriéndonos proteger para que no nos hagan daño. O también podemos esconder esas partes que nosotros mismos juzgamos como negativas. Aquellas que nos generan culpa o vergüenza como puede ser el enfado y la rabia.
Y es que a lo largo de la vida las personas podemos sentirnos rechazadas. Ya desde pequeños nuestras madres y padres pueden rechazar determinadas conductas, pensamientos o sentimientos que tenemos. Y según vamos creciendo podemos sentirnos rechazados por compañeros de escuela, personas que nos gustan… Incluso en el trabajo también podemos vivir situaciones de rechazo, llegando en casos extremos al mobbing. Y todo esto va afectando a nuestra seguridad y Autoestima.
Este miedo al rechazo hace que las personas sacrifiquemos nuestras necesidades y deseos con tal de ser amadas y aceptadas. Nos olvidamos de nosotros mismos y empezamos a vivir pendientes de los demás, de lo que pensarán las otras personas de nosotros, del que dirán. Cargándonos de expectativas ajenas y olvidándonos de los deseos y necesidades propias.
Todas las personas necesitamos sentirnos queridas, aceptadas y valoradas. Somos seres sociales que necesitamos de las otras personas para podernos sentir bien. Y esas partes nuestras que escondemos también necesitan amor. Amor de nosotros mismos y el amor de las otras personas.
Así que si tienes miedo al rechazo no te rechaces tú mismo. Acepta tus defectos y virtudes, tus fortalezas y debilidades porque eres perfectamente imperfecto. Traspasa este miedo y ten el valor de ser tú mismo. Porque es el ser esencial, el ser auténtico, genuino y sincero el que nos hace especiales. Y si tenemos confianza y paciencia descubriremos que hay muchas personas que nos quieren y nos querrán como somos.
Empieza amándote y respetándote tú mismo y verás como pronto el amor llega a tu vida. Recuerda que eres único y maravilloso.
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Laura Raijenstein.
Psicóloga Sanitaria-Psicoterapeuta
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