El Amor de Madre es fundamental en la vida de las personas. Hay una frase que dice ‘Abrígales en la infancia y no pasarán frío el resto de su vida’. Y es que el amor que recibimos cuando somos pequeños influirá en las relaciones futuras.
Cuando los niños son pequeños sienten que según como son tratados es lo que merecen y valen. ‘Si me tratan bien, es porque soy digno de ser querido, si por el contrario me tratan mal es porque no valgo’. Los niños no entienden que las madres y padres tienen sus dificultades y limitaciones. La forma en la que un niño es tratado influye por tanto en el desarrollo de la Autoestima.
Los abrazos no sólo nos hacen sentir queridos, sino también nos ayudan en momentos de miedo y tristeza . Los brazos de mamá son un buen consuelo en momentos difíciles.
El amor de madre se puede demostrar de diferentes formas. Con palabras, con cuidados, con mimos… Cada persona tiene su estilo para expresarlo. Es importante saber que el contacto físico, los abrazos, producen muchos beneficios en el organismo. Son una necesidad básica como lo es comer y beber por eso no hay que subestimarla.
Según vamos creciendo vamos buscando cada vez menos esos abrazos que durante una época de nuestras vidas fueron tan importantes para nosotras. A partir de la adolescencia se suelen sustituir por los abrazos de los amigos y la pareja. 
Es importante recordar que nunca somos demasiado grandes para recibir y poder dar esos abrazos que refuerzan el vínculo. Fomentando el ‘amor de madre’ y el ‘amor de hija’.
Laura Raijenstein.
Psicóloga-Psicoterapeuta Online y Presencial.
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