¿Tienes heridas emocionales? Existe una filosofía japonesa que plantea que cuando algo ha sufrido un daño tiene una historia y esto hace que se vuelva más hermoso y valioso. Por eso en lugar de ocultar los daños y grietas, las acentúan haciendo de él un objeto único y bello. Esta filosofía proviene de la técnica conocida como Kintsugi, que consiste en reparar las cerámicas rotas rellenando sus grietas con oro o plata. Esto permite ver la fragilidad e «imperfección» del objeto, pero a la vez muestra su capacidad de recuperación y de fortaleza. Es un buen símbolo de resiliencia (la capacidad de sobreponerse a la adversidad).
Cuando las personas sufrimos heridas psicológicos que nos dejan marcadas el cuerpo y/o el corazón solemos intentar esconderlo. Esto puede ser debido a que nos sentimos frágiles y vulnerables, tenemos miedo a volver a ser dañadas. También podemos sentir vergüenza, descalificarnos pensando que es horrible y que así nadie nos querrá, o podemos juzgarnos creyendo que lo vivido no es para tanto y estamos exagerando. Son comunes también los sentimientos depresivos, la ansiedad, la culpa y la baja autoestima.
Si has vivido un daño emocional, es importante que cures y cuides tu herida con mucho amor. Sé comprensiva y compasiva. Esto te permitirá sanar y sentirte bien contigo misma. Una vez superado el proceso te sentirás empoderada y serás consciente de lo fuerte, valiente y valiosa que eres al haber sido capaz de superar dicha situación. Que nada te impida ser feliz.
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Laura Raijenstein.
Psicóloga-Psicoterapeuta Online y directora de GPO
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