Ser madre o padre en el extranjero a veces no resulta fácil. Yo tuve a mi primera hija en el extranjero y estas son algunas de las dudas y dificultades que me surgieron tanto durante el embarazo como durante los primeros meses. Espero que os pueden servir.
–Lejanía de la familia de origen y de los amigos. Vivir fuera de tu país puede resultar difícil. Se puede vivir este momento con gran soledad y miedo. Ya no solamente porque no puedas tener la ayuda de los tuyos, sino porque es un momento tan intenso que te gustaría compartirlo con ellos (tanto lo bueno, como lo menos bueno). En mi caso intentaba escaparme a mi país todo lo que podía y recurrir a las redes sociales para estar en contacto y poder compartir con los míos esta experiencia.
Por otro lado el crear una red de apoyo en el nuevo sitio es importante. Seguramente hay otras madres y padres expatriados que se encuentran en tu misma situación. Es un buen momento para socializarte: la guardería, el colegio, el parque, talleres de familias con hijos/as… son lugares donde se pueden construir nuevas relaciones que puedes ser muy positivas en esos momentos. También cuando las personas se lo pueden permitir económicamente, el contar con babysitter ayuda a tener momentos de descanso.
–No me siento cómoda hablando en un idioma que no es el mío, cuando voy a las revisiones médicas. Necesitamos un tiempo de adaptación al nuevo país. Si llevamos poco en le país y todavía no dominamos el idioma esta puede ser una dificultad. Os invito a preguntar en la embajada o en el consulado, la lista de profesionales que hablan vuestra lengua materna. Otra alternativa, si vuestro compañero/a no domina tampoco el idioma, es que busquéis el apoyo de un compatriota.
–Realmente ¿quiero que mi hijo/a crezca en este país? Creo que es una de las preguntas que todas las futuras mamás expatriadas y papás nos planteamos. Aquí tendríamos que revisar las razones que nos llevaron a la expatriación y sopesar los pros y los contras de seguir viviendo o no en ese país. En muchas ocasiones el tener hijos/as es uno de los motivos por los que las personas terminan volviendo a su país de origen. A veces cuando es imposible el cambio de país (por razones económicas o de otro tipo), es necesario recurrir a la ayuda de un profesional que nos acompañe en este proceso.
–No quiero que mi hijo/a pierda mi cultura. Aquí va a depender de vosotras/os que le habléis en vuestra lengua materna y que le mostréis las costumbres y tradiciones de vuestro país, sin olvidar que vuestra hija o hijo, tendrá la riqueza de estar inmersa/ o en dos culturas.
Ser madre o padre en el extranjero puede ser todo un reto. Es una buena oportunidad para aprender nuevas habilidades y descubrir de lo que somos capaces.
Si necesitas la ayuda de un profesional puedes contar con nosotras.
Gema Castaño.
Psicóloga de pareja, Psicoterapeuta y mediadora familiar.
Terapia en francés y español.
Contacto: laurapsyonline@gmail.com
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