La Felicidad es algo que todas las personas queremos en nuestra vida. Pero tenemos un problema en la concepción de la felicidad. Y es que la felicidad no es una meta, es un camino que se debe elegir y alimentar a lo largo de nuestra vida.
Muchas veces pensamos que lograremos ser felices si ocurre algo externo que deseamos. Si tengo un trabajo, una pareja, dinero, salud… seré feliz. Y la sorpresa viene cuando logramos esas cosas y la felicidad no llega o dura poco.Y es que la felicidad está en nosotros mismos, no en el exterior. Si no eres feliz con lo que tienes, tampoco lo serás con lo que te falta.
En la Película el ‘Guerrero Pacífico‘ el protagonista descubre a través de su propia experiencia que “El viaje aporta la felicidad, no el destino.” Cuando ponemos grandes expectativas en algo es fácil que nos desilusionemos cuando lo logramos. Por eso es tan importante disfrutar del camino.
Eduard Punset en su libro ‘El Viaje a la Felicidad’ afirma que “Encontramos la felicidad en el camino que recorremos mientras la buscamos.” Aprovechemos todo aquello que nos da la vida, lo malo nos sirve para aprender y lo bueno para recargarnos. Es importante invertir en el propio bienestar. Buscar actividades placenteras. Y establecer relaciones interpersonales positivas. Estos son algunos de los elementos claves de la felicidad.
Por último compartimos este poema de Jorge Bucay, ‘Carta a su hija Claudia’ donde habla de los aprendizajes importantes que hay que tener para ser feliz. Esperamos que os guste.
Antes de morir, hija mía, quisiera estar seguro de haberte enseñado… A disfrutar del amor, a confiar en tus fuerzas, a enfrentar tus miedos, a entusiasmarte con la vida, a pedir ayuda cuando la necesites, a permitir que te ayuden cuando sufras, a tomar tus propias decisiones.
Quisiera estar seguro, hija mía, de haberte enseñado… A decir o callar según tu conveniencia, a quedarte con el crédito por tus logros, a superar la adicción a ser aprobada por los demás, a no absorber las responsabilidades de todos.
Quisiera estar seguro, hija mía, que aprendiste… A ser consciente de tus sentimientos, a no perseguir el aplauso sino tu satisfacción, a dar porque quieres y no porque crees que es tu obligación, a exigir que se te pague adecuadamente por tu trabajo.
Antes de morir, hija mía, quisiera saber… Que aceptas tus limitaciones sin enojo, que no impones tu criterio ni permites que te impongan el de otros, que dices que sí solo cuando quieres y dices que no sin culpa, que eres capaz de vivir en el presente, que aceptas el cambio y que revisas tus creencias, que llenas primero tu copa y sólo después la de los demás.
Antes de morir, hija mía, quisiera estar seguro de haberte enseñado… A planear tu futuro pero no a vivir en él, a valorar tu intuición, a celebrar la diferencia entre los sexos, a tratar y exigir ser tratada con respeto, a desarrollar relaciones más sanas y de apoyo mutuo donde la comprensión y el perdón sean prioritarios.
Antes de morir, hija mía, quisiera saber… Que aprendiste a aceptarte como eres, que no miras atrás para ver quien te sigue, que eres capaz de crecer aprendiendo de los desencuentros y de los fracasos, que te permites reír a carcajadas por la calle sin ninguna razón.
Antes de morir, hija mía, quisiera estar seguro de haberte enseñado… A no idolatrar a nadie y a mí, que soy tu padre… Menos que a nadie.
La felicidad es un camino, es algo que se puede aprender, entrenar, desarrollar, mantener en forma y alcanzar sin problemas y sin factores externos. El cambio debe estar en nosotros no en el exterior. Tienes todo lo que necesitas para ser feliz, disfruta del camino.
¿Te gustaría poder trabajar los elementos necesarios que ayudan a ser más feliz? Contáctanos.
Laura Raijenstein
Psicóloga Sanitaria-Psicoterapeuta Online
Contacto: laurapsyonline@gmail.com
Puedes seguirnos en:
Facebook: terapia.gpo
Instagram : terapia.gpo
Youtube: Terapiagpo